Creemos que la vida hay que disfrutarla. Hacemos lo que más nos gusta,
con mucha pasión y esfuerzo.
Cuidamos hasta los detalles más pequeños porque
hacen grandes diferencias.
Tomamos responsablemente, lo mejor de la
naturaleza.
Para llevar a tu mesa, cada mañana, sabores que te hagan empezar
el día con el corazón contento.
Somos Las Quinas. Y te decimos:
Buen día!
Una gran mermelada es todo textura y sabor.
Trozos de fruta, en su punto justo de maduración. Por eso usamos frutillas de la variedad camarosa tucumanas que contienen poca agua y mucho sabor, higos kadota en cubos a los que manualmente les cortamos el cabo, arándanos enteros y naranjas de ombligo a las que exprimimos el jugo y gelificamos con las propias semillas. Siempre cuidando las propiedades de los alimentos que elaboramos.
Creemos que “Los clásicos hay que ganarlos”.
Por eso para hacer nuestro dulce de leche vamos siempre al tambo de don Taberna, un noble vasco vecino de Las Heras que comparte nuestro amor por el pueblo y el campo. Y pensando en quienes no pueden ingerir azúcar, desarrollamos una versión sin azúcar, que nos llevo un par de años probando hasta lograr un dulce de leche “imposible” de rico, premiado en Europa.
Amamos la Apicultura.
Trabajar en nuestras colmenas, ver la división de tareas, el respeto por el trabajo del otro y todo en pos de un objetivo en común, es una de las enseñanzas que nos regalan las abejas y a su vez nos da esperanzas de poder tener una mejor sociedad.
En Córdoba, en Quilino o La Francia, encontramos el lugar ideal para certificar nuestra miel orgánica. Tierras ricas en variedad de flores donde nunca se utilizaron químicos. Bosques de Calden y Algarrobo en Carpinteria, provincia de San Luis. Flores de azahar en Famailla - Tucumán para nuestra miel monofloral de limón y montes de Eucaliptos en la Mesopotamia.
Cada producto tiene su historia.
Juntos hacen la historia de Las Quinas.
Cuidamos cada detalle, naturalmente.